Vacas ‘sin dueño’ llevan 40 años invadiendo el Mercado



EL HERALDO

VER VIDEO DE ESTE ARTÍCULO AQUÍ:


¿Barranquilla o Nueva Delhi? En pleno Mercado de Barranquilla, entre bicitaxis, carretillas, aguas negras, verduras y desechos se movilizan con un andar lento y apacible un grupo de unos 40 semovientes. Van rumiando entre los desperdicios, taponando el tráfico, comiéndose arbitrariamente las verduras de los vendedores, defecando en plena calle, descargando la vejiga y en ocasiones echadas en la mitad de la calle como si nada.

Estos rumiantes que llevan más de 30 años sueltos a su albedrío, hacen su aparición en el Mercado desde bien temprano en la mañana y sujetos incógnitos las arrean luego de que cae la tarde, montados en caballos o bicicletas, según testimonios de veteranos trabajadores del sector.

Las vacas se han convertido en parte del panorama de barranquillita, al mejor estilo de la populosa Nueva Delhi, capital de la India, donde el ganado vacuno es objeto de culto y veneración. Este sector de Barranquilla no se parece a Nueva Orleans como dice la canción.

Es más bien un laberinto de calles estrechas y maltrechas, que expele un olor a coles y aguas servidas. Las vacas sueltas generan todo tipo de reacciones, para algunos mayoristas, vendedores y coteros no son más que parte misma del paisaje, incluso algunos se refieren a los cuadrúpedos con algo de cariño en sus palabras por los años que lleva este fenómeno enquistado en pleno corazón de la ciudad.

Sin embargo, para muchos, no son más que un mal desagradable digno de ser erradicado de una buena vez por todas de ese panorama que por si solo es ya afeado y decadente, y estos semovientes ladrones de verduras y frutas se han convertido en la cereza en la punta del helado.

Franklin Montes es administrador de una distribuidora de huevos ubicada en la carrera 43B No 8- 83 y durante los tres años que lleva al frente de la distribuidora todos los días ve cómo las moles cornudas se pasean orondas por la calle como Pedro por su casa, “yo las veo desde las 8 de la mañana más o menos andando por aquí y he visto a un señor que las recoge por las tardes como a las 6 persiguiéndolas en una bicicleta”. Mientras Franklin baja un tinto hirviente, enfrente del negocio se pasean con frescura cuatro vacas buscando entre los desechos, frutas, verduras para alimentarse.

“Cuando el señor de la verdura tira la lechuga en la mitad de la calle, de ahí no hay quién las quite, forman trancones, se meten por donde no caben, rompen retrovisores de carros, de motos, si alguien las quiere quitar cuando comen hasta le tiran a morder. Eso es un problema”, apuntó.

Para Alexander Jiménez, conductor que se mueve a diario en el sector, son tres los problemas que representan estos animales sueltos en la vía pública a la buena de Dios: “primero, estas vacas defecan y orinan en cualquier lugar, segundo se atraviesan en la calle formando trancones y, tercero, los comerciantes de verduras tienen que estar pilas espantándolas para que no se las coman”, comentó.

En cuanto al propietario de este ganado que anda libre en el centro de la ciudad, las respuestas siempre son las mimas, “no se sabe, no he visto, no escucho”. Nadie entrega un guiño, un dato, para saber de dónde provienen estos animales que adornan barranquillita todos los días sin falta.

Rafael Vásquez tiene 69 años de edad y desde los 8 trabaja en el Mercado. En su opinión, las vacas por momentos suelen ser hasta peligrosas, “esas cuando forman sus peleas rompen retrovisores, se llevan a la gente por delante, mejor dicho, por aquí ha habido gente con brazos y piernas fracturadas y no hay a quién reclamarle. Esas vacas llevan andando por aquí como 30 o 40 años, yo la verdad ignoro quién es el dueño de esos animales”, afirmó Vásquez.

Para Fernando Gómez, uno de los socios propietarios del depósito Uno A, el tema de los semovientes andando por la calle como en el patio de su casa es algo que lleva demasiados años arraigado en el quehacer cotidiano de los trabajadores y moradores del Mercado; tanto que se atreve a asegurar: “eso es viejo mi hermano, eso tiene ya 40 años de estar por aquí y no lo ha podido quitar nadie y no creo que lo quiten, igual ya uno se acostumbró a las vaquitas y la verdad es que ellas no se meten con nadie, por aquí muchos ya le tenemos hasta cariño. Por aquí anduvo un toro que se llamaba Pepe, los muchachos se le montaban encima como a un caballo, la gente lo quería, tanto que cuando lo mataron casi todos por aquí lo lloraron”, aseguró mirando con un dejo de afecto a un pequeño ternero que pasó por la calle.

Para Diana María Amaya, secretaria de Control Urbano y Espacio Público, esta problemática se encuentra dentro de las prioridades para erradicar de raíz en esta administración. “La solución de fondo que se tiene prevista es la construcción de un coso municipal. Desafortunadamente,hoy el Distrito no cuenta con las instalaciones adecuadas para tener estos animales, pero ya hemos adelantado unas conversaciones en las que el Damab también ha participado y unos acercamientos con el Zoológico de Barranquilla que es la institución que el Distrito tiene prevista para administrar el coso”, aseveró la funcionaria. Además, enfatizó en que “ningún tipo de semovientes puede estar transitando por las vías del Distrito y tan pronto tengamos las instalaciones adecuadas para poder disponer de estos animales se tomarán las medidas de incautación. A los propietarios se le dará un número determinado de días para que procedan a reclamar a estos semovientes y, si no los reclaman, obviamente se procede a sacrificar a estos animales. Reitero, está totalmente prohibido tener sueltos a estos animales por la vía pública”, recalcó.

Puede que en nuestra ciudad las vacas no sean sagradas, que no sean objeto de veneración. Sin embargo, por las calles del Mercado se pasean con tal tranquilidad y desenvoltura que por momentos pareciera que estuviesen en una calle del mercado de Nueva Delhi, donde se les trata como animales sagrados.

La construcción del coso es la solución: Damab

En un comunicado explicó cuáles son sus competencia frente al tema de las vacas en el Mercado.

“Desde el año 1970, con la expedición del Decreto 1355 (Código Nacional de Policía) se le asigna a la Policía las funciones de garantizar a los ciudadanos el ejercicio del derecho a la libre circulación y movilización. Así mismo, establece que es la autoridad policiva la encargada de sancionar a los infractores. Según el artículo 97 sobre la movilización de animales. No deben dejarse animales sueltos en las vías públicas o con libre acceso a estas. Las autoridades tomarán las medidas necesarias para despejar las vías de animales abandonados.

Es de resaltar que durante el 2011, la Alcaldía adelantó el proyecto de la construcción del coso distrital, medida y solución para poder ejercer las competencias referidas. Actualmente, la dependencia competente para la construcción del coso, es decir la Secretaría de Control Urbano y Espacio público con apoyo de la Secretaría de Movilidad, avanzan con el acompañamiento del Damab y la Fundación Zoológico de Barranquilla en la etapa precontractual jurídica para el proceso de contratación que permita en buena hora entregar esta solución definitiva.

EL HERALDO intentó comunicarse con la Policía durante el día de ayer y no logró concretar las declaraciones con el cuerpo especial de Policía Ambiental para que entregara su versión.

Artículo: Carlos Polo
Fotos: El Heraldo

1 comentario:

svensk engelsk dijo...

Like in India with all the cows in the streetpicture.