NO HACER NADA NO ES UNA OPCIÓN

Algunas recomendaciones para micro, pequeños y medianos comerciantes.

En estos momentos toma más  fuerza aquella frase que le atribuyeron a Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes".

*No hacer nada, no es una opción.* Las cosas no van a mejorar haciendo lo mismo que veníamos haciendo. Mientras estemos en la calle, estaremos expuestos al covic-19, aún con medidas de bioseguridad. Si para contagiarse de V.H.I. debe darse el coito, para este coronavirus basta con un beso, un abrazo, un apretón de manos e incluso, ni siquiera con el contacto con el otro, sino con tocar algunas superficies como mostradores, maniguetas de vehículos, puertas,... panorama gris mientras no se cuente con una inmunización previa, vacuna o retroviral.

Quien quiera quedarse estático esperando a que salga una noticia en los próximos meses donde lea o escuche que todo vuelve a la normalidad, es un iluso.

Pero, si empezamos a hacer realmente lo que muchos vienen diciendo "reinventarnos" de verdad, en medio de la pandemia, "que va pa largo", es otro "cuento".  Uno de los 'cómo' es ajustando todas nuestras acciones hacia ofrecer mercancías, productos y servicios dentro de la misma comunidad y a través la virtualidad, y me refiero especificamente, a empleo y emprendimiento.

Sólo quien tenga esa mirada futurista en medio de la realidad que nos tocó  vivir, logrará más que sobrevivir. ¿Pero,  cómo  hará, por ejemplo,  un vendedor ambulante que ofrece al público transeúnte, frutas y verduras? Difícil responder sin hacer todos los análisis del caso y con tiempo, pero, pensemos rápidamente una posibilidad... 《...vendiendo desde su casa, pasar una circular (papelito), dos o tres cuadras a la redonda, informando a sus vecinos de lo que está vendiendo y llevar a domicilio. Si miramos con detenimiento, esto trae muchos beneficios: el vendedor no se expone, se ahorra pasajes y almuerzo en la calle, no ocupa el espacio público,  y como si fuera poco, su negocio desde casa, que si trabaja organizadamente, podría crecer.

Para el caso de sectores de productos no esecriales, por ejemplo,   almacenes de ropa, calzado, perfume,  bisutería, muebles, electrodomésticos, etc. por regla de tres debe ajustarse a tres parámetros; uno, que en cuanto se dé la orden de apertura general, el número de personal que labore presencialmente, debe ser proporcional a las dimensiones físicas (espacio) del establecimiento, con el fin de respetar la medida indicada de distanciamiento entre uno y otro compañero de trabajo. Dos, otro personal debe ser encargado para trabajar desde casa para tales empresas, quienes serán capacitado en atención al cliente y venta por llamadas e internet (redes  sociales). Tres, indiscutiblemente, personal que tiene enfermedades preexistentes o mayores de edad,  debe ser revisado con toda la prudencia del caso, cómo incorporarlos  a las empresas, porque es la población con mayor riesgo y es a la que más se le debe proteger para evitar que se infecten. En cuanto a la atención al público,  he de suponer que lo del pico y cédula igual va para largo, por ello, cada almacén o centro comercial deberá  tener en puerta, a una persona que revise el ingreso de los compradores, según el número que corresponda diario, exigir tapabocas al que ingrese, tener a la mano spray o un dispensador cercano a la entrada del almacén; otra medida relativamente costosa, pero necesaria, es instalar justo en la puerta de acceso de cada almacén,  una cámara de desinfección lo cual garantizaría  que el espacio interior, que todas las mañanas, antes de la apertura al público, debe ser aseado y esterilizado, no se infecte; se le suma además,  la instalación de un artefectafo que logre medir la temperatura de las personas al ingreso.  Todas estas medidas son ideales, pero no de fácil alcance para todos, máxime cuando la gran mayoría es micro y pequeña empresa, que en estos momentos no cuenta con flujo de caja, empero, si queremos sobrevivir y evitar que este virus se enquiste en nuestra ciudad,  toca  hacer esfuerzos mayores. _La responsabilidad de cuidarnos de este enemigo común no es del gobierno, es de todos._

Otra pregunta sobre el tapete; si la gran mayoría es micro y pequeños empresarios y, en su porcentaje más alto, señores mayores de edad, que a duras penas saben manejar un celular, cómo venderán a domicilio? Reitero, si cumplen con medidas de bioseguridad  su camino será la antencion directa, pero esta sí será responsabilidad del Estado; en la premura del tiempo debe generar los canales de capacitación a esta población, en asuntos de virtualidad, a través de los organismos que tengan habilitado para ello.  _El futuro es tecnológico, no importa la edad, todo perfila hacia allá,  con o son coronavirus._

*Cambio de actividad comercial*

A otros sectores les tocará más difícil, toda vez que hay actividades comerciales que, definitivamente, no tendrán mucha salida, que por más  esfuerzos que hagan, no le representarán los ingresos frente a sus egresos, y son todos aquellos negocios donde la aglomeración de público juega un papel fundamental. Lo ha dicho en Presidente de los colombianos, esto no acaba pronto, podríamos estar hablando de más de un año, siempre y cuándo  de aquí a ese entonces, aparezca la vacuna. De tal suerte,  para ese tipo de negocios, aún cuando sorteen  una parte por internet, televisión o domicilios, no será  suficiente; ellos deben empezar a pensar en la posibilidad de cambiar de actividad comercial,  si no quieren quedarse en el intento y quebrar.

Así como en el caso de las tiendas toma cada vez más relevancia esos canales de cercanía con la comunidad, lo es igual de importante el crecimiento del "E-commerce", o sea, comercio electrónico, por Internet o en línea. No tener esta herramienta y habilidades digitales para ello, sería como ir camino al fracaso. Pero, hablemos en positivo: "Quienes se adapten al cambio,  programándose mentalmente, podrán cambiar su mindset, es decir, su camino al éxito lo estará garantizando".  Las marcas que utilicen la tecnología como canal para impulsar conectividad con el consumidor, resultarán  más que vencedoras en esta pandemia y de los cambios vertiginosos en la forma actual de hacer compras.

¿Cuánto tiempo se conecta una persona a redes sociales? Mucho tiempo; por ende, son imprescindibles no solo para la interconexión con familiares y amigos, sino para hacer compras.

Leí de Felipe Ramírez, Chief Offer e Innovation Officer Latam de la división Insights de Kantar, la frase con la que titulé esta nota: _"No hacer nada, no es una opción",_ frase que considero lo resume todo. _O lo haces o lo haces, si no quieres desaparecer_.

No soy economista, mucho menos experta en análisis de comportamiento de mercados y de consumidores; lo planteado aquí,  es una recolección de ideas que el mismo gobierno ha generado en una y otra entrevista, son puntos de vista de algunos empresarios, voces de la comunidad e ideas de sentido común, como de medidas que recomiendan expertos en el tema.  Queda mucho por decir, pero estas son líneas gruesas de una mirada que quien no haya empezado a tenerla, DEBE iniciar YA, para hacer cosas diferentes y así obtener resultados diferentes.

La esperanza es más  que una palabra de motivación,  la esperanza sin acciones de nuestra parte, se esfuma, deja de estar. Miremos al horizonte, remando, en este caso hacia el mercado electrónico y orar al Dios de los cielos, para que la vacuna contra este bicho, sea creada lo más  pronto. Entre tanto, orar y actuar.

Dina Luz Pardo Olaya
Directora Ejecutiva

Abril 19 de 2020






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