BARRIO CENTRO HISTORICO DE BARRANQUILLA
El centro histórico mirándolo como barrio, tiene muchas bondades para sus residentes, sus vecinos más cercanos y otros no tanto; para quienes lo visitan diariamente y los que laboran en él. Es un barrio inclusivo donde los servicios y productos ofrecidos son para todos los estratos, incluyendo calidad, precios y variedad.
El centro ha venido teniendo un proceso de desarrollo urbano y comercial que lamentablemente no se ha dado de la mano con otros aspectos de vital importancia.
Puntualizando:

El Centro Histórico es un barrio de aproximadamente 744.000 m2, comprendido entre las carreras 35 y 46 y las calles 30 y 46, teniendo en cuenta que incluye parte de los barrios El Rosario, San Roque y Barrio Abajo. En temporadas regulares de ventas más de 300.000 personas lo visitan diariamente, por sus empleos o compras que hacen en él. Para la temporada de fin de año este número de personas se incremente a más del doble, lo que nos deja claro la preferencia de muchos compradores por este sector de la economía local que se convierte en el “Eje comercial de todo Caribe colombiano”.
A pesar de ser un espacio lleno de historia, arquitectura, cultura; de estar asentado en él, la administración Distrital y Departamental, las ramas Judicial y Legislativa, y del comercio formal -cada vez con establecimientos más lujosos, cómodos y atractivos para los compradores, generándole más empleo e impuestos a la ciudad-, también es un submundo donde se da permanentemente el desorden, el desaseo, la inseguridad, la indigencia, la prostitución, la delincuencia, la drogadicción, todo esto sumado a la falta de una política pública comprometida a trabajar integralmente por el Centro Histórico de Barranquilla y no tangencialmente en aspectos relacionados con el paisajismo y ornamento.
“Pese a lo anterior, hay que destacar que se ha avanzado -en los últimos 18 años (promedio)- un poco y más de un poco, en la anhelada “recuperación integral”.
1. Han sido reubicación unos 3.300 vendedores desde el año de 1999. Hoy los mercados tienen muchos problemas, por la falta de una autoridad de inspección de policía que acompañe a la administración de los mercados, la revisión de quiénes están hoy en ellos y el mantenimiento a los mismos que por la alta cartera, no ha sido posible esta inversión. Aunque considero por lo que he visto de cerca en los últimos quince años que aparte de estos controles sin duda el que los vendedores que fueron reubicados les corresponda competir con vendedores como ellos que siguen en las calles, es casi que imposible. Le sumo otro aspecto importante y tiene que ver con el negocio para algunos en el que se ha convertido la construcción de estos mercados que al final termina en manos de privados con capacidad para pagar el arriendo de un local comercial pero aprovechan la pesca en río revuelto y terminan siendo en estos mercados pagando una suma por administración mensual irrisoria.
2. Se reconstruyeron vías tan importantes para el mejoramiento de la movilidad en el sector: calles 30 y 8 y las carreras 40, 43, 44 y 45 (administraciones Hoyos, Caiaffa, Hoenisberg) y Char con un tramo de la cra. 43 entre calles 30 y 34.  Además, de manera prioritaria hay que reconstruir las cras. 38, 39 y 41 como las calles 37, 36, 35, 33, 32 y 31, para no esperar que éstas queden en estado absoluto de deterioro, afectando aún más la movilidad en el centro.
3. Además de lo anterior, se ejecutaron obras de gran impacto a nivel de paisajismo como es el caso del embellecimiento del Paseo de Bolívar y de la Plaza de San Nicolás, estas dos obras permitieron mostrar una cara refrescante y motivante al centro, aun cuando no hubo para la primera ni  para la segunda un plan de sostenibilidad de las mismas, así como el perjuicio que se le causó al comercio formal en el momento en que retiraron a los vendedores de la plaza de San Nicolás para Invadir esos espacios ya recuperados como el Paseo de Bolívar y en otros como la calle 33 que hoy muere lentamente a nivel comercial y la calle 35.  Año 2016, cinco años después y aún los antiguos vendedores de la plaza de San Nicolás siguen ocupando otros espacios públicos del centro.
4. Por su parte el comercio formalmente organizado ha invertido en todo ese proceso de restauración y mejoramiento de fachadas, como en el acondicionamiento de sus establecimientos para hacerlos más atractivos para los compradores (locales comerciales con modernos acabados, amplias plazas de comida, climatizados, etc). Hoy en el barrio Centro Histórico, la mercancía que se ofrece, no se ciñe a costos bajos, sino además, de gran calidad y variedad.
5. En los últimos 20 años el comercio formal de la mano con la policía nacional, han trabajado de la mano, invirtiendo en este sector de la economía en la constitución de diferentes frentes de seguridad, logrando con esto que algunos puntos del centro estén blindados del bandalismo y el raponeo, pese a ello, por ser un espacio tan grande, no basta con las acciones acometidas, sino que se requiere urgentemente de la instalación de cámaras de seguridad, que agilice y haga oportuna la reacción de la policía, como el rastreo a los vándalos. Un aspecto que en los últimos años ha crecido en el centro son los carteristas, llamado así al fenómeno a delincuentes que de forma audaz hurtan los bolsos o lo que hay al interior de estos, de las mujeres visitantes del centro. Ante esto, no queda que aconsejar a la ciudadanía visitante: “No dar papaya”. Imposible tener un policía en cada cuadra, sin embargo cada día se refuerzas los sistemas de seguridad privados que combinados con los de la policía, permitan ofrecer más seguridad.
LO QUE URGE:
1. Urge un plan integral y al tiempo para la reubicación alternado con relocalización de más de 10.000 vendedores estacionarios y unos 3.500 ambulantes (carretillas).   Se cuenta con pocos andenes para el paso de los transeúntes, ya que el 80% de estos espacios públicos, están completamente ocupados por GRANDES PUESTOS ESTACIONARIOS SIN AUTORIDAD QUE LE HAGA CUMPLIR LA NORMATIVA PARA HACER USO DE LA OCUPACION TEMPORAL DEL ESPACIO PÚBLICO, generando además la poca visibilidad y accesibilidad hacia los establecimientos de comercio.
2. Como lo he indicado anteriormente, es urgente la autoridad para establecer el orden en el centro: - para que los puestos cumplan con las medidas que establece el decreto 093 del 2005, para no permitir cantinas en el espacio público, almacenes callejeros con maniquíes por doquier, como la  preparación y cocción de alimentos en la calle, por el peligro que representa para la ciudadanía y el alto grado de insalubridad.
3. Urge AUTORIDAD PARA QUE LOS BUSES NO GENEREN EL CAOS VEHICULAR QUE HOY CAUSAN CON LAS NEVADAS QUE FORMAN EN DISTINTOS PUNTOS DE CENTRO Y HORARIOS.
4. Urge autoridad, para evitar el arrojo indiscriminado de basuras a la calle en los horarios no establecidos, sobre todo después del mediodía, cuando se ve todo tipo de desechables, el tema de la volatería y otros aspectos que hay que revisar con todos los sectores que hacen parte del centro.
5. Urge que se replantee la estrategia del POLICIA DEL CUADRANTE para el Distrito Central, por cuanto es insuficiente la o las (2) patrullas autorizadas para unos cuadrantes que ocupan muchas manzanas, teniendo en cuenta la gran población presente en el centro diariamente.
6. Urge (también tema de seguridad), LA INSTALACION DE CAMARAS DE SEGURIDAD EN DISTINTOS PUNTOS DEL CENTRO.
7. Urge RESOLVER LA PROBLEMÁTICA DE LA INDIGENCIA (que asciende a las 800 personas en estado de indigencia y gaminismo), porque a través de este estado, terminan generando muchos de los robos que se dan en la noche al mobiliario urbano instalado en las obras ejecutadas.
8. Urge la relocalización o reasenamiento de algunas familias ubicadas en la calle del crimen (32) y de la Real(33), donde se concreta el mayor número de expendios de drogas y donde terminan ocultándose algunos delincuentes.
En otro apartado seguiré comentado los “urge” para que podamos decir con una sonrisa de satisfacción que en el centro de Barranquilla los procesos de desarrollo urbano van de la mano con los aspectos sociales que hoy aparte de ser un fenómeno también son una problemática que afecta notoriamente la convivencia ciudadana.
EL deber ser nos indica que si logramos trabajar en los aspectos relacionados anteriormente, el centro estaría preparado para recibir a todos los que quieran habitarlo las 24 horas. Si hoy día inversionistas locales están construyendo apartamentos que ha puesto a la venta o alquiler en el barrio el Rosario, lo que falta es trabajar en los puntos anteriormente mencionados para desarrollar más propuestas habitacionales en el barrio Centro Histórico de Barranquilla, eje comercial del Caribe colombiano.


DINA LUZ PARDO OlAYA
Directora Ejecutiva de Asocentro