El proceso de recuperación del comercio en el Centro de Barranquilla comenzó hace unos 15 años, tras una etapa de decadencia agravada por diversos factores que no daban mayores esperanzas a ese sector.
Dina Luz Pardo, directora de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Asocentro, asegura que fue un inversionista antioqueño el que tuvo la visión de poner en marcha el centro comercial Shopping Center en la zona del Paseo Bolívar, con el cual se dio inicio al resurgimiento real de esta zona comercial.
A lo largo de estos 15 años, Asocentro calcula que se han realizado inversiones superiores a los 90 mil millones de pesos, no solamente en el montaje de los negocios sino en la restauración de las edificaciones republicanas por las que el Centro adquirió su denominación de histórico.
Si bien es cierto que el capital que comenzó a invertirse provenía del interior del país, especialmente de Antioquia, actualmente son muchos los empresarios e inversionistas costeños que han puesto allí su mirada y sus recursos.
Para Elver Molina, propietario de varias edificaciones en esa área, es necesaria una “política seria” para promover la recuperación de esas propiedades históricas. “Actualmente hay incentivos tributarios, pero se debería exhortar a todos los propietarios de edificaciones para que las restauren y darles un plazos para que lo hagan”, afirmó.
Para Elver Molina, propietario de varias edificaciones en esa área, es necesaria una “política seria” para promover la recuperación de esas propiedades históricas. “Actualmente hay incentivos tributarios, pero se debería exhortar a todos los propietarios de edificaciones para que las restauren y darles un plazos para que lo hagan”, afirmó.
Recordó que uno de los objetivos finales de la recuperación del Centro va más allá del comercio pues se espera que allí se puedan desarrollar proyectos vivienda y que se comience a explotar como un atractivo turístico de la cuidad.
“El Centro está cotizado”, afirma la directora de Asocentro y explica que a la fecha conseguir un local comercial en el cuadrante ubicado entre las calles 30 y 39 con carreras 40 y 44 es difícil. Todos se encuentran ocupados.
De los 22 centros comerciales que hay en el sector, 13 son catalogados como grandes. Están dotados con las comodidades del comercio moderno, climatizados, con escaleras eléctricas, ascensores, parqueaderos y plazoletas de comida.
Los subsectores de restaurantes y hoteles también se han reactivado en el Centro. Actualmente hay 13 hoteles que ofrecen alternativas para viajeros de negocios.
Referente de moda. A raíz de esta reactivación el Centro de Barranquilla se ha convertido en un referente de moda para la Costa y varias regiones del país. Desde allí se distribuye gran parte del vestuario que se comercializa en ciudades como Cartagena, Santa Marta, Montería, Sincelejo y otras.
Son más de 1.500 almacenes de ropa los que funcionan con una variada oferta. “No solamente tenemos moda informal como antes, hoy personas de todas las clases sociales compran aquí”, dice Pardo.
Además, muchas de las nuevas tendencias de vestuario para cada temporada se imponen desde Barranquilla y ha crecido el número de comerciantes que desarrollan sus propias colecciones, con prendas confeccionadas en la ciudad, que se venden a precios accesibles.
Esta condición ha llevado a que la reactivación del comercio no solamente se limite a las ventas sino que va ligada con el crecimiento económico, la creación de nuevos negocios y la generación de empleo.
Una buena temporada. De acuerdo con la directora de Asocentro, en los dos primeros fines de semana de diciembre se registró el mejor comportamiento de las ventas para este período, por lo que los comerciantes prevén que esta será una buena temporada, que les ayudará a recuperarse de un año que no ha sido el mejor.
Todo este proceso ha estado apoyado por un mayor pie de fuerza de la Policía, que se complementa con la vigilancia privada contratada por los propios comerciantes.
Invasión de vendedores
Uno de los problemas del Centro son los vendedores informales o ambulantes. Asocentro reconoce que “se han logrado avances”, pero dice que espera que se sigan fortaleciendo las acciones de control del espacio público. “Queda mucho camino por recorrer”, afirma Dina Luz Pardo. Una de las peticiones a los vendedores estacionarios es que ellos mismos eviten y denuncien la llegada de nuevas ventas “golondrina”, esas que aparecen por temporadas y que afectan el trabajo de todos.
Uno de los problemas del Centro son los vendedores informales o ambulantes. Asocentro reconoce que “se han logrado avances”, pero dice que espera que se sigan fortaleciendo las acciones de control del espacio público. “Queda mucho camino por recorrer”, afirma Dina Luz Pardo. Una de las peticiones a los vendedores estacionarios es que ellos mismos eviten y denuncien la llegada de nuevas ventas “golondrina”, esas que aparecen por temporadas y que afectan el trabajo de todos.
POR:
LUPE MOUTHÓN MEJÍA
El Heraldo
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